Para atender a pacientes infantiles con Trastorno de Déficit de Atención (TDA) el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en San Luis Potosí, otorga atención integral a través de tratamientos multidisciplinarios con la participación de personal médico especializado en medicina familiar, pediatría, psicología, neurología y psiquiatría infantil, para brindar al paciente la oportunidad de tener un mejor desarrollo y convivencia con su entorno.
“Los tratamientos son individuales, de acuerdo a cada paciente con TDA. Por lo general, son tratamientos multimodales donde participan no sólo varios especialistas, sino también la familia y las escuelas, donde el infante pasa la mayor parte del tiempo. En el área de neurología pediátrica se evalúa si la niña o el niño es candidato a los diversos tipos de tratamiento, y cuáles son las expectativas de cada uno”, explicó la neuróloga pediatra del Hospital General de Zona (H.G.Z.) No. 1 del IMSS, Verónica Monserrat Campos Guevara.
Explicó que este trastorno neurobiológico se caracteriza por alteraciones en la concentración, conducta y una alta carga de impulsividad, y puede presentarse con o sin hiperactividad. Una de las características en los niños con este padecimiento, es la dificultad para mantener la atención por más de 10 minutos, olvidan cosas importantes, pierden objetos, les cuesta trabajo controlar impulsos, hablan mucho, son ansiosos, no miden peligros y pueden llegar a ser agresivos.
El TDA se diagnostica después de los seis años de edad, cuando se inicia la etapa escolar primaria, donde están más presentes los datos clínicos para diagnosticarla. Sin embargo, el diagnóstico se puede hacer a cualquier edad porque permanece toda la vida. Actualmente, la prevalencia de TDA es alta en personas entre los 35 y 50 años.
De cada 10 menores, cinco o seis llegan a ser diagnosticados con Déficit de Atención e Hiperactividad. Mientras que en los varones predomina la hiperactividad, en las niñas es la inatención. Por su afección, tanto en impulsividad o atención, este trastorno puede afectar la vida escolar o el rendimiento académico de la o el menor.
Las recomendaciones básicas para atender el déficit de atención, son: identificar las afectaciones la vida diaria, implementar horarios específicos de actividades, anotar pendientes para evitar olvidos, y realizar rutinas (como dormir bien y tener una sana alimentación).
“El IMSS brinda los tratamientos médicos, y los pacientes buscan otros centros de apoyo pedagógico para lograr mejores resultados a través de un esfuerzo conjunto multidisciplinario, sin embargo la familia es la piedra angular en el seguimiento del tratamiento de la o el niño”, explicó Campos Guevara.
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